miércoles, 22 de junio de 2011

El principe azul.


Siempre desde pequeña, estuve buscando un príncipe azul. Aquel que me despertara por las mañanas con un "buenos días princesa", seguido de miles de besos; por mi frente, por mi nariz, por mi boca. El mismo que me trajera el desayuno a la cama y aún estando despeinada y recién levantada, admirara lo guapa que estoy así. Ese que aún teniendo que saltar miles de obstáculos lo hiciera sin pensar, solo para estar conmigo. Siempre he querido un príncipe azul que trepase los siete pisos de mi casa por las noches y me observara dormir. Aquel que dejara un rato a sus amigos para estar conmigo, y me preparara una velada romántica en las afueras de la ciudad. Siempre quise que me agarrara de la mano por la calle y me guiñara un ojo al verle de lejos. También de pequeña soñé con que me llamara de mil formas cariñosas, y tuviera una respuesta adecuada para cualquier situación. También quise que escribiera mi nombre con grafitti por todas las calles de Murcia, y por eso mismo se combirtiera en mi héroe. Que me diera una rosa cuando menos me lo esperara, sin tener un porque. El cual antes de acostarse me llamara al móvil para desearme unas buenas noches y que soñara con él. Ese que sin motivos me diría en todos los idiomas existentes un te amo.

La verdad, de pequeña soñaba muchas cosas. Siempre vivía en las nubes, y creo que todavía sigo haciéndolo. Ahora no quiero a un príncipe azul, ni tampoco uno verde.
Quiero a un chico que lo daba todo por estar conmigo aunque fuera unos minutos. El cual solía llamarme de mil modos y estoy realmente segura que hubiera dado todo lo que tenía por estar a mi lado un segundo. Un chico que aguanto, luchando contra el viento y la marea, contra el destino, y contra la distancia. Ese que sabía hacerme reír y sonreír cuando más lo necesitaba, y que con tan solo leer su nombre el corazón se me salia del pecho. Aquel con el cual soñaba un futuro, y aún lo sigo soñando, a pesar de no estar en mi presente. El chico que solía aparecerse en mis sueños, como un vago recuerdo de una época en mi vida. Ese chico de ojos marrones, y pelo del mismo color, que aún sigo teniendo en mi armario y en mi móvil. Aquel que tenía miles y millones de defectos, los cuales le hacían perfecto. Con el que era tan fácil soñar, ser feliz y sonreír... Que por ello mismo ya no querías a un príncipe azul.
Yo crecí junto a esa persona, reconozco que poco a poco maduré a su lado, y he crecido aconstumbrada al calor de su cariño. Sé que ya no soy como antes, y quizás quede muy poco en mi de aquella pequeña niña enamorada; pero puedo asegurar una cosa, lo de enamorada aún queda en la frase.
Puede que ya todo sea distinto, que todo haya acabado..Pero mi corazón no atiende a esa ley, y mi cabeza no es capaz de borrar esos simples recuerdos, que me hicieron feliz durante mucho tiempo.

Después de mucho pensar durante estos meses, me he dado cuenta que de pequeña no quería un príncipe azul. Quería a una persona que realmente me quisiera tal y como soy. Quería una persona que a pesar de que nadie estuviera de acuerdo con nosotros, estuviera dispuesta a perderse en un mundo perdido conmigo; y tengo claro que encontré a esa persona.
No se como llamarte, no se si príncipe azul, porque sé que realmente, no lo eres..No sé si debería llamarte amor, porque quizás ya no aceptes que te llame así. Pero..Creo que por ahora, te voy a llamar Sergio.
Sergio, sé que jamás vas a leer esto, pero..Me puedo hacer una pequeña ilusión. Quiero confesarte que lo siento, siento haber tirado a la borda todos nuestros planes del futuro, por una simple estupidez. Siento haber estado ahora más de 7 meses separada de ti, y sobre todo, siento, siento muchísimo no poderte tenerte aquí. Siento estar lejos de ti, siento hasta haber existido en tu vida. Siento haberte hecho daño, y no ser la princesa perfecta para tu cuento de hadas. Siento haber tardado en madurar, y en darme cuenta de lo importante que eres para mi. Siento decirte esto ahora, demasiado tarde y también siento sentir que debería olvidarte.
Siempre supe que no hay nada perfecto en esta vida, y tampoco nada que dure para siempre. Pero yo te lo prometí, y no me gusta sentirme una mentirosa. Yo me prometí irte a buscar, tener un futuro contigo y romper todo aquello que se pusiera por el medio. Yo me prometí a mi misma que las cosas buenas no son siempre un sueño. Planee lo que haría al verte, como reaccionaría, y sabía perfectamente que al principio me echaría a llorar. Soñaba con aquel momento, y calculaba los pocos años que me quedaban. Todos esos sueños y promesas..No te creas que han quedado en el olvido. Sé que nunca creí en un siempre, y menos ahora. Pero el mio, sigue en pie. Sigue en pie lo de ir a buscarte y lo siento si no quieres verme; lo tengo claro, en cuanto pueda cojo un billete de ida, pero no de vuelta..Y voy a por mi príncipe azul, a por mi amor, o a por ti, Sergio, como quieras que te llame.

No hay comentarios:

Publicar un comentario