martes, 20 de marzo de 2012

Todo es más fácil de lo que parece si tan solo, te dejas llevar.

Sabía que algún día el sol se posaria.

He pasado por muchos años, y demasiados daños. He aprendido a reir, a sonreir, incluso con los ojos inundados entre lágrimas. He podido ser capaz de levantarme y tropezar, y hacer lo mismo sin cesar. He aprendido que el mal no es el correcto lugar; que del cariño aparece el bienestar. He comprendido que no todo tiene por qué tener un final; que la vida es larga y pasajera, y no debemos hacerla cesar. He entendido que los buenos recuerdos siempre quedarán, y los malos poco a poco se irán hasta dejar más lugar. He tocado la nada y he soñado con un todo. He crecido, he muerto y he resucidado. He podido encontrar lo que es amar, y también lo que es matar. El matar a una persona, el matarte a ti misma. He podido comprender que lo bueno por definición es malo, y lo malo, también es algo bueno. He conocido millones de refranes muy ciertos, como no hay mal que por bien no venga, pero también un millón erroneos; como aquel que después de la tormenta siempre viene de paso el sol. Me he hecho madura, y he aprendido a buscar mi propio sol. He encontrado la calidez, el amor; la pasión perdida entre los años, y las ganas de bailar bajo el son, bajo las melodias de este cruel mundo que gira sin temor. Aprendí a ser yo, a encontrarme lo mejor; a ser fuerte y al fin poder alzarme hacia el sol. A que mis alas se desarrollaran, a que mis actos avanzaran. He conseguido madurar, y sonrieir ante las malas pasadas; reirme de mi misma, amargarme la existencia. He aprendido que no todo lo que viene es malo, ni todo va a ser bueno; he podido ser yo misma, a pesar de perderme en mi propio mundo.

Como no salgas del agujero, pronto encontrarás el final.

Lágrimas de fuego se deslizan por tus ojos. Lágrimas ardientes, furiosas, lágrimas secretas y escondidas. Lágrimas llenas de la ira, del odio hacia su propia compañia. Lágrimas de rencor, lágrimas ariscas, lágrimas sin corazón. Descenderán por tus ojos sin prisa, quemándo tu piel a su paso, dejándo un triste y amargo paso marcado; cual pirata conquistando. Se harán las dueñas de tu vida, y entonces, ya no habrá un final. Llenarán toda tu vida, tus folios, tus páginas, tus palabras. Te perseguirán incluso en sueños, y en la soledad. Irán a buscarte sin ninguna piedad. Y entonces, algo increible ocurrirá; algún día, ya no aguantarás más. Será demasiada presión, para tan poca tempestad. El mundo se te echará encima, como un frágil cristal; y allí comenzará el final. En tu rostro ya no estara más, la sonrisa que perdistes entre tu mar, estará presente el tono rojizo, oscuro, frio sin más. La sangre te inundará, y con prisas, buscarás el final. Huirás tu sola, tu misma de este vida, que no consigue saciar tu bienestar. Y actuarás; con lágrimas de fuego, te quemarás. Te matarás a ti misma, para así todo el dolor cesar. Será un pecado, entre el infierno ahora descansarás; pues no lugarte todo lo que debías aguantar.
Tu cuerpo yaciente, sobre el suelo quedará, y ningún alma en pena lo irá a buscar. La tierra se hundirá en el, hasta encontrarle su hogar; hundido entre la fria y clara soledad. Tu piel fria, sucia y manchada, que ya nunca sanará. Las heridas no se irán, y el cariño ya no tiene lugar. Tu desde el cielo, pequeño angel caido de esta sociedad, observarás todo desde abajo, como si aquel no fuera tu lugar. Perderás la gloria, y la fama ansiada para mostrar; te quedarás en la nada, entre las llamas de tu malestar. No tendrás a nadie, y nadie te poseerá, tu cuerpo se quedará yaciente, como tu eterno recuerdo en mi memoria personal.

Las nubes posadas sobre tu propia vida.

Puede que en algún lugar, que en algunos pasajes, el cielo amanezca gris y nublado. Puede que el sol no aparezca en este, y la belleza, la suma calidez que transmitía se quede en ello, en un recuerdo, en la grandísima ignoráncia que este mundo ahora está sufriendo. Puede que del cielo caigan lágrimas y causas de ira con cierta influencia eléctrica. También puede que un suave y lento quejido quebrado resuene por todas las calles, como un llanto continuo; como un algo sin un nada. Puede quizás, que en ese momento tú amanezcas de un modo similar. Simulando tu provia vida, cansado, agotado; envuelto en un mar. El mal de tus lágrimas, de tu malestar. Podrías un día sentir la muerte, y al otro, una sensación aún más amarga que la falta de la bondad. Puede que sueñes, con ya apenas nunca despertar; y que el sol ya no se pose en tu ciudad. Ansiaras el mal, el dolor y el rencor, más que el amor. Querrás matar, querrás sentir el dulce sabor de las millones de tormentas, la poca calidad del viento, la suavidad de este, el miedo escondido entre sus susurros. Soñaras con convertirte en lo peor de tu vida, y con quedarte estancada entre tus peores sueños. Tu vida, se convertirá en tu pesadilla, y tus sueños en tu propia vida. Vivirás amargada en el mundo que tan siquiera tú conoces, en el que tu misma te causas tu propio mal. Y sí, estarás perdida, perdida en una guerra sin motivos para ganar. Ya no habrá sonrisas, ni ganas de continuar; pues serás una guerrera en busca del final. Está claro, lo inico que querrás será encontrar la paz. Poder despertar de aquel mal sueño sin piedad. Levantarse y que el sol amanezca ya; pero que pena que son deseos tan solo para narrar. Tu podrás ponerte en pie, y mirar al cielo, sin más, pero nunca volverás a encontrar el calor perdido, el amor, ni las ganas de prosperar.

miércoles, 7 de marzo de 2012

La soledad, la presión, el miedo y la amargura. Algo que me define, algo que me describe.

sábado, 3 de marzo de 2012

Te quiero lejos de mi reino, princesa.


Doña nina presumida y molesta. Querida amiga de fantasias y de sueños, princesa perfecta del lugar. Odiosa burla de este cruel mundo. Falsa sonrisa, bella esperanza simulada. Reina del lugar, sirvienta para mi lealtad. Falsedad entre falsedades, con sonrisas entre los bailes. Muñequita mal fabricada, con muchas ilusiones depositadas. Barbie simulada, traidora cual espira clavada. Esa misna niña que podría dar la vuelta al mundo entero por hacer oir su voz, por sentirse especial, por ser tan solamente ella única. Perfección entre imperfectos, sonrisas entre desgracias. Voz dulce y tierna, fracciones cuidadas. Un interior oscuro, odioso entre venganzas. Miles de historias inventadas, un nuevo cuento. Su vida, vida perfecta simulada que carece de existencia. Mente retorcida, todo cambiado. Hace de sonrisas lágrimas, y de alegrías desastres. Ella, princesa de su mundo muy lejos del mio, que a veces parecia estar muy cerca. Ella, fiel luchadora de males entre los demás, creadora de estos. Ella, reina de los males, reina de las adversidades y de la mismisima perfección, de la superación. Princesa en busca de sapos para no combertirlos en principes, si no mandarles lejos. Ella, manipuladora, doña perfecta. Ella, qué será de ella. Con su reino está, y junto a este se hundirá. Tranquila, yo no te iré a buscar. Junto a tus propias adversidades y mentiras te quedaras, amarga pesadilla de mi malestar.