jueves, 18 de septiembre de 2014

Amanecer en mi interior.

A veces siento miedo al existir
a eso de vivir, mas bien malvivir.
En cambio, me parece tan bonito el convivir
uno a la deriva, de un baile entre las astillas
con la compañía, la música y la llegada de un nuevo día...
Lo que no lastima, sino alegra las heridas
cura cicatrices, entre todas las cosas que dices.
Y sanas y olvidas, incluso las horas frías
y ya solo queda, esa tierna melodía
entre el amor y la comprensión
ese calor que no te sabía ni dar el alcohol
diciendole adiós a la desesperación y a la falta de color.

No eternamente...
Solo durante el tiempo que se digne a salir el sol
a posarse en la estación, a no cambiar el telón.
Mientras que ese ángel se mantenga sin decir adiós
mientras que el invierno se mantenga dormido, aunque aún latente en tu corazón.

lunes, 15 de septiembre de 2014

02/09/12

Estaré aqui siempre para ti
No dudes que lucharé por ti
En esta eternidad que nunca tendrá fin aunque efírmera al fin
no muy duradera, ya vuelvo a tener ganas de ti.
Eres lo mejor que existe en mi existir
gracias a ti, valoro el vivir
 y lo mas importante....
Soy feliz

viernes, 12 de septiembre de 2014

Yo lejanía, tú osadía (Comienzo de la historia)

Perder el sentido cuando el mal me susurra al oído, en esta angustia del olvido, que ya ni recuerdo que era estar vivo...

Odiar las manías, amanecer sin compañía, sin nada de eso poco que tenía.
Y entre la gente nunca ando pendiente, pues no habito en ninguna mente. Tan solo soy un alma endeble, que recuerda sus pesadillas, vive en las horas frías...Que habita sin el poco amor que antes tenía y amargada ya no sabe ni recordar lo bien que se sentía.
Soy esa media sonrisa que por las prisas apenas se divisa, y tan callada, a veces tan cerrada..Cuanto amor aguardaba y que poco mostraba. Todo por lo mal que la trataban.

Y con los miedos en mente avanza mientras miente, en un baile con la muerte, entre tanta gente. Fantaseaba con las maravillas y la vida bajo sus costillas, deseaba y malvivía, que poca cosa tenía. 
Y se mentía, noche y día, y ocultaba su compañía y sentimientos, para que nunca venga el descontento.


------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------


Una noche, le hizo una promesa al viento cuando su esperanza aún no se había desvanecido del todo de su cuento: "Prometo luchar contra mi destino, contra todo aquello que vino, para poder tener todo aquello que ansio y en algún momento llegar a un sitio en el que de verdad aprecie que es estar vivo. Si algún día no lo cumplo no dudes con maldecir todo cuanto es mío, y en encerrarme en la cárcel más dura sin descuido, ya que será lo que merezca al perder el motivo por el que lucho y vivo sin querer estar vivo."
El viento, fiel y esperanzador de aquel pequeño encuentro acogió a la pequeña bestia, la envolvió y entre sus promesas la disfrazó, condenándola a tener esa carga o bien esperanza día tras día hasta que algo hiciera que se cumpliera. Tras ese pequeño contacto desapareció cual tornado, tras romper todo y arrebatar cuanto podía por su lado, ya tan solo tranquilidad quedaba tras lo pasado.

Durante aquella noche, la niña que nunca sonreía apreció la existencia de la Luna allí arriba, y fantaseando la belleza que escondía, pensó que tal vez conociéndola algo bueno le daría. Así que sin temor, la niña tímida que nunca había salido cuando se iba el Sol, y más que hablar lloraba sin razón, alzó la voz, para dirigirse a la Luna que sin cordura la miraba, cual muñequita encontrada.
-"Oh, menuda belleza veo, no sabía que en el cielo existiera más que esa cosa redonda que me observa y seguro que te cuenta, cuanto mal me revienta. Os conoceréis seguro, y aprecio que tu existencia me agrada mucho más al estar más cuidada y tener esa forma que seguro que hasta los Dioses halagan. Vengo a ti pues porque tu figura me ha dejado enamorada, y mi desesperación y falta de valor necesita la ayuda de una dama, dama que en las madrugadas sepa tenerme arropada."
La Luna, que más que escuchar fantaseaba con locura, ascendió a su pequeña muñeca por los aires, para estar cara a cara, y esbozó tal sonrisa que a cualquiera le darían arcadas. En cambio, aquella pequeña niña estaba encantada, y volando, como flotando, pensó que ya tenía un ángel que le guardara. Asi pues, durante esa noche encantada, volvió a articular palabras entrelazadas.
-"Hace mucho que no tengo nada, por las noches reviento por el descontento, toda la oscuridad me cuenta un millón de cuentos, y mi pequeña esperanza, que a veces siento que se agranda, decide abandonarme para por los días saludarme. Y tras pensar muchas horas, decidí pactar con el viento, una promesa, más bien un juramento, que si no cumplo permito que él mismo me arrebate el aliento y acabe con todo lo bueno que a veces siento. Ese juramento que te cuento, es tan duro y violento, que sin la ayuda de alguien como tu dudo que pueda cumplirlo, ser tan valiente como para seducirlo. 
Quiero hacer otro pacto, esta vez contigo, con la bella poseedora de las noches, noches de tanto lastimo. Quiero que me ofrezcas tu ayuda, a cambio cualquier cosa de mi podrá ser tuya."
La Luna, claro esta, disfrutando de aquel encuentro, aumentó aquella sonrisa, y pareciendo que tenía prisa simplemente asintió, haciendo que todas las estrellas del cielo apagaran su color, y que una enorme oscuridad se adueñara de toda la ciudad. Aquella sombra, que nunca había hablado y ni los dioses sabían que poseía tan habilidad, pudo hacerlo para responder a aquella muñeca que de lo frágil y beneficiable que para la Luna era parecía de cristal. Con una voz vacía, violenta y grave susurró:
-"Intentaré ayudarte si es lo que quieres, pero con este pacto la sangre me debes, y en el caso de fallar aquella promesa, además de aquel cruel castigo, el mío será aun peor de lo que piensas que es estar vivo. No creas que esto significa que lo que haré será cambiar tu destino, para que miles de lamentos acojan en ti su nido, sino que llegará un momento en el que la Muerte aparezca, ella será quien venga, y vengue con tu sangre todo lo poco que me pertenezca. Tu cuerpo será mío, y viviré en él como tanto ansío, y tú claramente te pudrirás en el cruel Infierno. Para sellar este juramento lo único que tienes que hacer es desgarrar tu piel, y sobre el Mar dejar tu sangre correr....Sangre que me pertenecerá tan pronto como llegue un nuevo anochecer."
La niña, tras caer al suelo, y mil rasguños sentirse en el trasero, feliz corrió hacia un sendero, donde iniciaría su nuevo pacto que le ayudaría a acabar con los miedos. Al llegar al Mar, rasgó su propia muñeca con sus manos, hasta que la sangre caía a cántaros, y pidiéndole a las aguas su permiso, derramó más de un litro. Al alejarse, toda el agua comenzó a teñirse, roja cual rosa se quedó, y todo el cielo de golpe se iluminó: el amanecer llegó tras el suave apagón.

Pasaron uno, dos, tal vez tres días, y aquella niña siguió luchando para mantenerse viva. Con su temperamento y sus leyendas de cuentos, avanzaba, era raro pero ya ni lloraba, tan solo ansiaba con la libertad que tanto demandaba. Y, en una de esas tardes su destino decidió dar un vuelco matutino, en el cual la pequeña se vio envuelta en la mirada de unos ojos también perdidos. Era un varón, que de lejos la miraba y apreciaba, escondido entre sus cabellos estaba, con unas ropas tal vez demasiado pegadas, y una mueca que no trasmitía mucho más que cuanto ansiaba tenerla en su almohada. Ninguno de los dos sabía si era amor, o dolor, lo que sentían en su vientre cuando ambas miradas coincidían; tanto calor, ardor, oscuridad y a la misma vez temor. Solo sabían que gracias a ello a él se le habia alzado el Sol, y ella no hacía más que apreciar la "bella" sonrisa que la Luna le enseñó. Por ello mismo, empujados por el destino, cada tarde se observaban, fantaseaban tanto que ya incluso la pequeña se había olvidado de los juramentos que le aguardaban. Un día, cuando anochecía, un beso en las mejillas. Al otro, cuando amanecía, un contacto entre las costillas. El varón otro día, decidió abrazarla y sintió así cuanto mal la oprimía; fue tan largo ese abrazo , que con sus fuertes músculos lo demolió en un instante. Y ella ya solo quería sentir su compañía, como al otro día ambos labios coincidieron, y se besaron, y se amaron, cosa que se ve que los Dioses tenían planeado. Labio con labio, sueño con sueño, juramento con juramento, de la luz entre la oscuridad, que tal vez esconderían la verdad. Y así pasó un mes, dos, entre sus juegos y promesas de dos. Hubo una noche donde aquella pequeña niña en mujer se convirtió, al unirse plenamente con aquel varón. Fue un instante, tan efímero pero tan preciado, que descubrió que él era la felicidad que tanto había ansiado, y agradecida veló al viento, seguro que él también estaba contento.

Pero ya había pasado un año, y la Luna no hacía más que observarlos a oscuras, y fantasear con la cura que aquella muñeca poseía con locura. Aquel hombre transmitía la misma amargura que el Sol, que le robaba a la Luna el puesto tras unas cortas horas de telón, por ello mismo quiso propagar su venganza, por lo que para ello debía romper toda pizca de esperanza.


Fue entonces cuando el comienzo del fin apareció. Aquella pareja que tantos propósitos y sueños tenían, que tan felices vivían, se dieron cuenta de que había algo que habían olvidado por todo aquello que sentían. Y eran los pactos, el juramento, que cada uno había hecho teniendo por ello un respectivo dueño. Preocupado, el varón a la tímida chica le contó, como había hablado con el Sol y le había jurado lealtad si aumentaba su esperanza y ganas de continuar, solo que a cambio toda su vida le tendría que dar. Al oir aquello, la chica empezó a entender la verdad, y a temer ahora la falsa sonrisa que bella había visto a pesar. Y así, le contó su pacto con la Luna, como toda su vida se había llenado de fortuna. En cambio, no dijo nada del precio a pagar ni de las torturas.
Fue entonces cuando aquel varón de largo cabello decidió luchar, maldijo al Sol y se puso a pelear. Una pelea verbal que pocos pudieron escuchar, mientras tanto, a la chica se le oía sollozar. Hacía tanto tiempo que nadie la veía llorar... Que la Luna decidió tomar aquello como arma para iniciar la venganza.


------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------


Aquella chica ya ni recordaba, simplemente añoraba, la felicidad que vagamente apreciaba. Pero imposible era por la promesa fallada. Ni sabía como es que ya no le quedaba nada: todo cuanto tenía se había esfumado, se había borrado, por...Algo que parecía que lo había soñado. Recordaba claramente, una noche en su mente. Noche de pesadillas, donde agarraba al varón más bello que recordaba en sus pupilas, y no hacía más que estrangularlo y ofrecerlo como sacrificio a su cruel destino. Después de ello oscuridad era todo lo que vino. El cuerpo de aquel hombre se esfumó, desapareció, envuelto en una luz dorada brilló y nunca más volvió, y el de ella misma se ocultó en la oscuridad y en un lugar sin nada más. 
Y en un sitio similar estaba ahora, con la sonrisa torcida, muecas tras las costillas, un millón de heridas, torturada, acabada, encarcelada. Todo por una pesadilla cuyo comienzo no recordaba.
Lo único bueno de aquello es que a veces fantaseaba...Recordaba a aquel hombre, recordaba cuanto lo amaba, y soñaba con que algún día pudiera tenerlo en su cuartada. La noche que recordó que en el interior de ella se encontró, algo ocurrió que pudo ver en la lejanía como un rayo de luz, algo parecido a lo que antes era el Sol....
No era más que él, que le observaba en el otro lado del limbo, observaba receloso la oscuridad, el mal, y a su pequeña felicidad atrapada en ella, encarcelada. Llorando, casi temblando, gritó cuanto podía, tanto que las tinieblas le oían:
-"Haré cuanto pueda querida, lucharé día tras día. Por mi cruel destino y mi promesa, el Sol se niega a que te tenga...Pero te prometo que en algún momento llegaré a la Luna, que te tiene en sus dunas, y haré cuanto pueda para tenerte, aunque sea solo en las horas frías. Espérame querida, y no cumplas tu sentencia, o yo mismo me quitaré la vida. Recuerda, siempre tendremos a la lejanía cerca, pero la osadía siempre estará presente en nuestra partida."

Y, aunque la oscuridad captó aquel mensaje, no llegó a los oídos de aquella chica, sino a los de la Luna, que volvió a mostrar su sonrisa.

No es que ya no tenga inspiración, o que acaso este viviendo con el terror
simplemente hay ocasiones en las cuales se cierra el telón
y el helor, la hinchazón y el dolor, tal vez la falta del amor
provocan tal colocón, que es imposible centrarse en la actuación.
Te centras en la monotonía, en eso de sentir que nada de antes existía
y adiós a las melodías que tan fácilmente componías...
Por eso de tener a tu musa, que aparecía de día y por las noches no se iba.

Y ahora, a pesar de la compañía y de cuantas cosas dirías solo quedan palabras frías...
Odio en tu mirada, cansada y desesperada, que a veces ya ni dice nada
voz apagada, igual que tu rostro y la esperanza de la que antes gozabas...

En esta vida atrapada, entre cuatro paredes y encerrada, componiendo lamentos para almas olvidadas,que ya nunca más opinaran nada...

miércoles, 6 de agosto de 2014

El sueño del Sol

Perder el sentido cuando el mal le susurra al oido, en esa angustia del olvido, que ya ni recuerda que era estar viva. Odiar las manias, amanecer sin compañia, sin nada de eso poco que tenia.
Y entre la gente nunca anda pendiente pues no habita en ninguna mente. Solo es un alma endeble, que recuerda sus pesadillas, vive en las horas frias. Que habita sin el poco amor que antes tenia y amargada ya ni sabe recordar lo bien que se sentia.
Es esa media sonrisa que por las prisas apenas se divisa, y tan callada, a veces tan cerrada, cuanto amor aguardaba y que poco mostraba. Todo por lo mal que la trataban.

Y con los miedos en mente avanza mientras miente, en un baile con la muerte, entre tanta gente. Fantaseaba con las maravillas y la vida bajo sus costillas. Recordaba y malvivia cuantas penas entre las maravillas, y lo triste es que aun asi se mantenia, en esa orilla de la esperanza y alegría donde el sol solo se posaba una vez al día.
Y fue en uno de esos momentos cuando todo cambio, aparecio su salvador y un angel la acogio. Cuando sus enormes brazos la envolvieron todo los problemas se disolvieron, y ya no existieron mas peros. Su media sonrisa caida se lleno de alegría, ya apenas se le visualizaban las costillas ni ese palido rostro que sentía. Fantaseaba y baialaba, cantaba y ya ni lloraba, entre tantos besos apasionados que se daban.

En uno de esos momentos en los que el sol desaparecio, parece que los dioses planearon bajar el telón. Aquel apuesto conquistador que de los cielos descendio poco a poco en la inmensa y olvidada oscuridad decayo, donde solo existian las impías y promesas no cumplidas.
Y cuando pacto con el demonio, ya ni le quedaron fuerzas para salvar a su retoño. Aquella chica adorada, sus fantasias y momentos compartidos antes de saberlo ya se habian ido, partiendo a otro cruel destino gracias a lo que él habia elegido. Y, solo por tratar de luchar decidio sacrificar todo cuanto podia dar, con su vida, alma y cuerpo, al morir el toda alma pura se echo a llorar, y ese sol que solo una vez solia aparecer, decidió inundarse en un largo sueño en busca de un nuevo amanecer, ese que solo encontraría quien salvara a esa pobre niña de todas sus pesadillas.

viernes, 16 de mayo de 2014

Recuerdos

Recuerdos que atormentan,
dulces, salados y amargos
recuerdos que cuestan tanto
que me ahogan entre el llanto
entre esos recuerdos que me agobian tanto
que me persiguen,
y siguen quieren hacerme cómplice de su crimen.

Y yo lo sé, que recuerdos son
en este mundo de pocos cuerdos
que recuerdos, parece que es lo único que tengo.
Y lloro, en desconcierto, con los recuerdos recuerdos que ya ni siento, que a veces ni recuerdo,
recuerdos que han borrado el tiempo
y tiemblo, por ya no tenerlos en mi cuerpo
y recuerdo esa sensacion de no estar muerto.

Querer, sentir, aun recordar cuando estabas aqui
y es que solo en recuerdos te pude sentir
durante mil años apreciando el morir
y ahora que ni los tengo,
recuerdos odiados ansio dentro de mi
son los recuerdos, que recuerdo cuando te tengo
que recuerdo que recordando el tiempo no pasaba tan lento
no como ahora, que sufro a cada hora
segundos que me adoran,
esta vida que tanto me decepciona...
Que recordando recordare los recuerdos del pasado
para recordarte y no dejarte a un lado.

lunes, 28 de abril de 2014

¿Te acuerdas?

Puede que no me acuerde de la hora exacta, ni del día en concentro en el cual supe por primera vez de ti, pero perfectamente mantengo todos nuestros recuerdos vivos, entre ellos, la primera vez que te vi y la excusa tonta que puse al hacerme hacia ti...No sé si te diste cuenta, pero bien planeado tenía planeado nadar hasta allí, para presentarte a ti y a mi.
Segundo día junto a ti, ¿cómo no me voy a acordar? Cómo olvidar tu manera de picar... Tu jugando, yo robando, y al final ambos ahogados. Cuando tu jugabas con tus amigos, yo aparecí con los míos. Cuando te robé el balón reaccionaste envolviéndome entre tus brazos, capuzándome, tratando de ganar contra mi, tratando de arrebatar.
 Entre risas nos buscamos el uno al otro, nuestras miradas contactar, hacernos un hueco a ambos en nuestro estar; y sin ni siquiera saberlo, junto ahí te hiciste con parte de mi destino.
Recuerdo todos los días en tu compañía, las horas en las cuales solo tú llenabas mis horas frías. Cuantísimas pocas querías, y cuantísimas pocas tenías... No por nada, sino por el miedo que yo poseía. Los días se acababan marcando que nuestra historia tal vez se quedara acabada, cuando ni siquiera teníamos por donde empezar.
Quería que el tiempo se parara, quedarme si hiciera falta a ti atada. Las mañanas pasaban y a mi lado te encontrabas. Las noches avanzaban, y tus promesas para nada se olvidaban, se mantenían aquí, junto a mi, en mi existir, tratando de hacerme sonreír.
Y nunca habría ni habrá un final en nuestra historia, pues con tus mimos en parte me demostrabas y me demuestras que podemos hacer historia.

Como si fuera un sueño y yo quizás una princesa encantada, pedí un deseo al viento sin saber que eras tu el príncipe que mantenía la perfección. Pedí una sorpresa...así hace un tiempo, algo que nunca me esperaba, y sin más esa fue la primera noche que apareciste a mi lado y luego en mi almohada. Intentando cumplir mis sueños, con las pesadillas ya borradas. Esa fue la primera noche que pensé en ti, que me sentí también atraída por lo que podría ocurrir.

Y ahora estamos ambos aquí con todo lo que tenemos por vivir y hemos podido sentir. Toda la vida que nos queda por compartir, tú junto a mi...
Aquella noche que poco dormí con ti, cuando la Luna fue la testigo de todo lo que podría llegar a existir... Ahora se ha vuelto rutina el sentirte, el estar siempre junto a mi... Pero como cada vez que me despido de ti.


Planear un futuro a tu lado ya no es que me de miedo, sino que me llena de celos. Celos de la vida, de la distancia y de que ahora ella pueda estar contigo. Quisiera romperla, vencerla, para burlarme de todo aquello que quisimos, que quisimos cuando la vida nos ofreció la unión de todo aquello que tuvimos. Y ya sé que ya no estás conmigo, pero bendita la suerte  que a pesar de todo te siento como nunca antes había sentido.
Aunque estés lejos mis sentimientos son más fuertes que eso, y creo que si grito un te quiero conseguiría mandarte cada uno de mis besos. Quiero llenarte de mi alegría, sentirte en mi vida, y yo hacer que tu también sonrías; aunque sé que es así, desearía visualizarlo todos los días. El sentirte y el adorarte, el amarte y el acompañarte hasta cualquier parte. El despertarte y asfixiarte, con todos esos besos que quiero darte. El acariciarte cuando estés delante, el contarte todos mis secretos entre un millón de cuentos. El demostrarte que tengo aguante, el sentir tus caricias para darme el calme. El relajarme con tan solo encontrarte, el besarte hasta demostrarte todo lo que puedo darte... El demostrarte que a pesar de la distancia lo nuestro sigue para adelante, indicarte que no tengas miedo, que sé que algún día nos veremos.

Te cuidaré con la distancia, con esa que es solo una palabra. Que sabes que para mi eso no es nada, que mando a los kilómetros a un viaje hacia la nada aunque quieran revelarse yendo hasta un todo, un todo, vaya mal, controlo; a tu lado sí que experimento de todo. Con esa sonrisa, esos labios que a los no cuerdos seguro que incitan, con esas caricias, tu mano en la mía...Junto a ti aprendo a existir, a que es el vivir, a crecer y incluso a morir.
Nazco y muero solo por ti, eres tu mi punto de heroína, también aquella medicina que puede arrebatarme la vida. Eres salado y dulce, picante y ácido...Eres todo cuanto quiero a mi lado. Quiero volver a besarte, demostrarte cuantas fuerzas me das para el aguante. Quiero que me lleves a "Nunca Jamás" o a un "Mundo Ideal", poco me importará.

Eres la mejor maravilla, el paisaje más precioso que ha guardado mi pupila, eres todo cuanto quiero en mi vida. Ofréceme un poquito de tu vida entera, y a cambio te daré cuanto quieras.

Que si tengo que morir que sea por ti, para que luego tú mismo me sepas revivir. Que me mate tu sonrisa, que luego me despiertes con tus risas, que me devores sin prisas; quiero todo lo que me provoque esa sonrisa. Quiero perderme por tu cuerpo como debería los domingos en misa, y quiero todo de ti, pero no solo hoy, ni por el momento, siempre que estés en mi existir. Quiero siempre un contigo aquí, quiero entregarme a ti, para ser tuya hasta el fin de mi vida. No quiero un fin con un al, ni darle al terminar, sino sentirte, en cada despertar.
Solo quiero tenerte en mi sentir, cumplir mis deudas, enseñarte en realidad todo lo que siento por ti. Porque poco no es, mucho ya ves. Pronto te tendré entre mis brazos por doquier, pronto te haré ver mi forma de querer, pronto te devoraré.


Romper los obstáculos que decidan aparecer en nuestro existir, y esto y mucho más lo haré por ti. Venceré a los gigantes aunque que yo sepa que algo suave me aplaste, porque nada podría acabar con mi amor por ti, que suenen las campanas, que los relámpagos retumben en las zonas de mi cuerpo que besabas, que el fuego inunde mis sábanas, que yo venceré todo lo que sea por volver a escuchar que me amas.
Y nunca me despediré de ti, porque en el fondo, siempre te siento aquí...¿Por qué no acabar con un gracias por existir? Tú mismo me has enseñado lo que es el vivir, y ya, no conozco el sufrir.

I

Entre estas cuatro paredes mal colocadas
solo se reír, encerrarme dentro de mi
y es por eso que muchos dicen que no va del todo bien mi existir
por eso de que te sueño, te tengo más que en recuerdos
por las heridas y esos cortes tras las costillas
por todas mis fantasías y como me encerraba dentro mía,
pero la verdad, ultimamente esta estancia no me resulta tan fría...

Creo que me he acostumbrado al sabor de las pastillas
a la soledad, a que la música sea mi única compañía,
a eso de saber que en mi mente existías.
Es por eso que ya mi amoldado y dolorido cuerpo
no quiere ni trata de cambiar su asiento,
abandonar la nostalgia, ni la falta de valentía
es por eso de fantasear que ni existía.

Y entre estos estrechos muros alzo la mirada al cielo,
parece que el Sol me mira buscando consuelo,
consideración, amor, y eso que un techo no le sirve de farol.

Haciéndose la oscuridad en mi, cierro los ojos
y con mis propios brazos me arropo,
"he ganado otra guerra más en este juego de locos".

Abrí los ojos tal vez demasiado tarde

Y sin ningún miedo me di cuenta de tus mentiras
dejé de creerme tus idas y tus venidas
y a la misma vez comprendí todo lo que me escondías.

Y sin pensarlo, ya sin saber callarlo
calada de boca en la mano
grité como nunca había gritado.
Y lloré, por tanto que luché
y reí, por lo poco que fui para ti
y decidí dejar de fingir.

Con tantas cicatrices por un lado
heridas al otro y malos golpes pasados
lo único que al final hice fue quedarme a un lado,
estancada en ese falso amor que me habías dado.


Ahora solo sé que pretendo olvidar el pasado
que por las noches estoy sola y reviento
por esa sensación de no tenerte en mi cuerpo.
A veces, sueño que nada fue cierto
y es cuando te veo, te siento
sueño con tus labios, tus besos
ese cariño que ya ni tengo.
Y es como si fuera tan cierto
que al despertar no puedo ni aferrarme a lo poco que tengo
que he decidido dormir durante largo tiempo
para así compensar la falta de buenos momentos
para disfrutar un poco más de eso que ya ni tengo.

jueves, 24 de abril de 2014

El futuro

Nadie sabe con exactitud todo lo que puede pasar. Se puede predecir, soñar o creer, también imaginar. Así pues, puedes pensar que se cumplirán todos tus deseos, que tendrás un camino de rosas y que nadie jamás te detendrá o tal vez que nada bueno te deparará.
Puedes ver la vida de muchos modos como vivirla de mucho otros. Puedes ser capaz de reir y soñar, pero también de anhelar o llorar. Puede que quizás pases la vida soñando o que un día sin más dejes de hacerlo...


Nadie sabe lo que exactamente te pasará; quizás el destino si es que existe que supuestamente te marca el camino, aunque seguramente serás tú el que más sabrá de ello, ya que eres quien dirige la partida.
Solo que esta vida es arriesgada y no puedes retroceder ni borrar lo pasado, sino que debes de afrontar cada error y cada golpe.
Pero es normal, el hombre como bien sabemos es el único animal racional capaz de tropezar en una misma piedra. Por ello, hay que vivir la vida como si cada día fuera el último, sin pensar todo el rato en el futuro, pero tampoco queriendo vivir en ese nostálgico pasado que el tiempo se llevó.
Tienes que vivir en el presente ya que muy pronto se convertirá en pasado y piensa que antes era tu futuro. 

Aprovecha cada instante para sacar algo bueno de él, porque puede que esta vida nos depare muchos males al nada ser perfecto...Pero fíjate en las cosas buenas a pesar de que vengas en menos cantidades. Sonríe por los que te quieren y también por los que no, ya que tienes que ser capaz de saltar cualquier obstáculo que se te ponga enfrente....

Ya sé que tropezarás y muchas veces caerás pero de golpes se aprende.Y poco a poco crecerás y tendrás ante tus ojos ese futuro tan ansiado y temido desde que eras pequeño.
No te prometo que todo sea bueno, pero tampoco te deseo que todo sea malo. Espero que una mano firme sepa arroparte siempre que esta vida te ponga a prueba.

Tengo claro que todos nacemos para cumplir una misión específica. Cada acción, por mucho que resulte insignificante es realmente importante ya que hagamos lo que hagamos nadie más lo hará. Puede que nos cueste un poco descubrir cual es, pero nunca hay que rendirse. 

Hay que luchar por los sueños porque quién sabe, puede que algún día se cumplan.

lunes, 24 de marzo de 2014

XXIV

Mirando el horizonte todo se rinde a nuestros pies,
la noche, que ahora luce de manera tan triste
con la Luna, que nos observaba más que ninguna
envolvía tantos besos como podía
tratando de arrebatarnos si era posible todo el amor que nos unía.

Flotando, casi volando en lo alto
sobre tu pecho, el viento nos iba cantando
maravillas, el dulce aroma que nos transmitía
con el Agua que nos danzaba en alegría.

Me decías y sonreías, mil promesas que pocos se creían
y yo me cubría de todas las fantasías de tu compañía,
endulzando lo salado, lo amargo y despiadado
curando heridas que nunca habían cerrado un simple beso callado.
Y fue tan intenso, que pasaron años, daños
en un segundo, en tus labios
y ya casi me había olvidado de cuanto tiempo había pasado
de cuanto  me habías enseñado, mostrado,
cuanto habías creado.

Entonces te aferré mucho más a mi, no podía ver el fin.
Me aferré a todo aquello que luchaste por mi
a todo aquello que luche por ti
a todo aquello por lo que luchamos compartir
y prometí nunca jamás dejarlo ir.
Nuestras miradas conectaron, igual de bien que entrelazaron nuestras manos
tanto las palabras como el aliento nos sobraron.

Pronto rompí el silencio, en parte se nos agotaba el tiempo
y, con descontento, dejé que me levantara tu cuerpo.
Puse un pie, otro después, y tus manos me guiaron como si acaso no me supiera mover.
En cambio, pronto me inmovilizaron, me atraparon y quise quedarme en ti encerrado.
Me besaron, no tus manos sino tus labios, ellas me acariciaron
y al fin me apretaste contra ti, sentí tu fuerte corazón latir, ilusionado, tal vez, por tenerme allí.


Y ahora estoy aquí, con todo lo que nos queda por vivir
con tantos recuerdos que transmitir, experiencias nuevas por compartir
que la noche, la Luna, me miran a oscuras, preguntándose como siempre perdura
impresionadas de que seas mi cura, de que sueñe con locuras
más de que no existan dudas, de que te quiera con locura.

lunes, 10 de marzo de 2014

Segundas partes nunca fueron buenas.

Lo rápido que se pasa el tiempo y lo poco que te tengo, esas horas de fuego lento. Lo poco que creían que podía ser cierto.

Y ahora estamos aquí, con tan poco que decir, menos discutir: nos hemos juntado tan solo para sentir. Y con los miedos confesados, los sueños en las manos, nos agarramos a lo lejos y nos preguntamos qué nos ha pasado, como en el tiempo pasado esto nos parecía tan lejano.
Y hablo de la falta de tus besos que antes me tenían tan preso, de que ahora ya no quiera nada de eso. Hablo de tu sonrisa, de como conseguías hacerme reír sin prisas y como ahora me sobran tus caricias.


Y como si tuviéramos una cuenta pendiente más cercano nos comportamos como en el pasado, hacía tanto que no me habías besado... Que claro está, decidí olvidar los años avanzados, el frío invierno y lo poco que me habías dado, para entregarte a ti lo poco que yo misma no me había extirpado.
Y que poco cambio el sabor de tus labios, c
uantos recuerdos de antaño; que nos besamos, desnudamos y volvimos fácilmente a donde lo habíamos dejado. Entonces, yo idiota de mi,deposité todas mis ilusiones en ti y en que formaras de nuevo parte de mi.


Noches pasadas, de pasiones andadas, acabaron antes de lo que pensaba: resulta que ese que tanto quería ya no estaba.
Y lo siento, no es por ti, sino por mi, porque por tu culpa dejé de existir. Ahora, no soy más que otro modelo de mi creado para no adaptarme a ti lo que hace que la convivencia nos amargue el existir.
Y, por mucho que mi mayor sueño fuera volverte a sentir, ahora que te tengo prefiero el sufrir.
Y que venga la soledad, mi amante y nadie más, que abra mi triste cuerpo y desgarre mi corazón bien adentro, que todos me den por muerto. 

Que las lágrimas que ahora recorren mi cuerpo desgarren poco a poco lo poco que tengo, y de mi materia solo se quede tu recuerdo. Tu recuerdo de mi en los buenos momentos.

lunes, 13 de enero de 2014

Tus besos

Estoy soñando con tus labios, que me siguen como esclavos, esos, que quieren devorarme a besos. Pero estoy soñando con un recuerdo; con unos labios que ya ni siento.


Ahora, se los devora el viento, el que se cuela también entre mis huesos, y siento el frío sin el calor de tu cuerpo que ignorante cree que nada fue cierto y falsamente ignora todo cuanto le cuento, dejándose conquistar por el viento, sustituyendo así la falta de mis besos, y con abrigos el calor de los buenos momentos.





El ruido de las sábanas en las que faltas, con la distancia que se me atraganta, tan sola, sin la calma recordando cuanto me dabas, llenándome del cariño que me faltaba.
A mis brazos, malas pasadas, heridas malcuradas, pesadillas desveladas pero cuanto amor me dabas.







Y entre las estrellas me susurrabas cuanto me amabas. Ellas, recelosas a la Luna se quejaban y cómplices te alejaron de mi cuartada. Ahora no me dices nada. El aliento me falta por no tener esos besos que me encantan, pero deberé acostumbrarme al desgaste, a la muerte y al desastre, a que toda mi vida sea un lastre.
Y entre tus brazos falsos esta noche, en mis sábanas, te imagino, a pesar de todo aún estás vivo. En realidad no es más que problemas del destino: de que siempre se aleja de mi todo lo bueno que vino.